viernes, 10 de febrero de 2017

Ruzafa para vivir (y reformar)

Francisco y Marina, e Inma y su familia tienen dos cosas en común: acaban de comprarse un piso en Ruzafa y además lo han reformado a su gusto. ¿Pero por qué Ruzafa? ¿Por qué comprar un piso para reformarlo? Los protagonistas, que compraron sus casas en Inmobiliaria Igarka, nos cuentan sus experiencias. 

Hablamos con Francisco y Marina, una pareja de jóvenes que ha decidido venir a vivir a nuestro barrio, donde pasan la mayor parte de su vida; y con Inma, que ha vuelto con su familia a Ruzafa, donde nació.

Francisco y Marina siempre han querido vivir en un ático cerca de su gente. ‘Teníamos muy claro que queríamos vivir en un ático, cerca de Ruzafa, el barrio donde habíamos hecho vida los últimos años’. Desde el principio, tenían muy claro lo que buscaban. Francisco es arquitecto y vio el potencial que tenía el ático para reformar que compraron. Su estado era tan malo que les fue muy fácil adaptarlo a su gusto. 


‘Con Igarka, encontramos un lugar que poder transformar a nuestro gusto, y que además tenía la terraza de nuestros sueños. Nos pusimos manos a la obra y el resultado es un rincón, que es nuestro hogar y que refleja nuestra personalidad, cómo somos’.

La historia de Inma es muy similar, compró el piso teniendo muy claro que tenía que reformarlo de arriba a abajo para hacerlo de su agrado, pero la ubicación le convenció. ’Llevábamos mucho tiempo buscando una casa en el barrio donde nací, Ruzafa. Después de mucho buscar, nos decidimos por una casa que estaba en un estado muy deteriorado, pero que tenía muchas posibilidades. Cuando nos la enseñaron en Igarka supimos que iba a ser nuestro hogar’. 


‘Tras cinco meses de reforma, el piso ha quedado casi mejor de lo que habíamos pensado. Ahora vivimos en un espacio confortable, funcional y moderno. Todos nuestros sueños se han cumplido’. 

Y es que comprar una vivienda para reformar en nuestro barrio tiene muchas ventajas. Desde el precio, hasta la adaptabilidad a nuestros gustos y necesidades. Y tú, ¿te atreves? 

VISITAS AL BLOG