Una de las experiencias más gratificantes para los sentidos es visitar un mercado. Sus olores, sus colores, su ambiente y su gente crean una atmósfera única que de tanto en tanto merece la pena percibir para olvidarnos de las preocupaciones y de los sinsabores del día a día.
El Mercat de Russafa es de visita obligada si vives en
Valencia o, si por el contrario, eres un visitante esporádico a la ciudad.
Estamos ante un mercado de barrio, con sus limitaciones, con sus incomodidades,
pero, ante todo, con un encanto especial.
Los puestos de fruta, de fiambre, de salazones… llaman la
atención por su vistosidad. Sin ningún alarde, pero con un género de primera
calidad. La pescadería de Paquita; el puesto de fiambres selectos de Nacho; la
frutería de Concha; la tienda de menaje-decoración de Sergio, tan bien
decorada; la de Yerbas Vivas, con sus jabones, sus especias, sus caramelos…
Todos los puestos tienen su propia personalidad y un atractivo particular.
Tras realizar las inevitables compras y conversar con algunos
de los vendedores, es muy recomendable realizar una parada para descansar y
reponer fuerzas en el bar Mercado de Ruzafa, que como su propio nombre indica
se encuentra en el interior del edificio, en una de las esquinas.
‘Imagina tu bocadillo y te lo hacemos en el momento’. Es el
eslógan de este establecimiento cuyo punto fuerte es una gran plancha sobra la
que te pueden cocinar los productos recién comprados en cualquiera de los
puestos de venta del mercado.
Es conocido por los bocadillos de carne de caballo y por sus
brascadas, si bien la variedad de la carta se extiende hasta las tortillas
variadas, los calamares a la romana, la puntilla, los embutidos… Con un
denominador común: la calidad del pan, crujiente y del día, con un olor a horno
de leña que difícilmente se encuentra hoy en día.
Un detalle importante para los amantes de la cultura del
almuerzo son las olivas. En este bar no escatiman en cantidad ni en calidad. Y
el precio final es otro de los puntos fuertes del negocio: un almuerzo completo
-bocadillo, bebida y café- oscila entre los 4,5 € si el entrepán elegido es de
tortilla o similar y los 5,5 € si tu elección es lomo, ternera o carne de
caballo.
En resumen, el Mercat de Russafa es una experiencia para los
sentidos que merece la pena ser vivida y más aún si vas con hambre y puedes
sentarte en su cafetería para disfrutar de un buen almuerzo, a buen precio y en
un marco incomparable.
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